El pasado 17 de julio la residencia del fallecido Steve Jobs fue asaltada por un grupo de ladrones que se hicieron con ordenadores, material informático y objetos personales del cofundador de Apple por un importe de 60.000 dólares. La noticia corrió como la pólvora y el impacto mediático fue considerable. En ese punto, no había ni una sola pista sobre la identidad y paradero de los ladrones, y las posibilidades de detenerles y recuperar el material robado se desvanecían.
Sin embargo, algo cambió una buena mañana. Los ladrones comenzaron a encender los equipos sustraídos y éstos fueron poco a poco comunicando sus coordenadas gracias a los sistemas de geolocalización de que los usuarios de los productos de Apple pueden activar en sus equipos. Los de Cupertino y la policía de Palo Alto habían barajado ya esta posibilidad, con lo que la detención no tardó en producirse y se recuperó todo el botín. No es la primera vez que un usuario recupera un móvil u ordenador robado gracias a los servicios de localización que mediante el uso de GPS o sistemas de triangulación facilitan la ubicación de los equipos.
[Fuente CNET]