No puede decirse que Google tuviera un mal producto con Maps precisamente. Es una de las estrellas del ingente firmamento de los de Mountain View y ya nos hemos acostumbrado a él: antes de iniciar un viaje es muy habitual que nos demos un garbeo virtual para visitar el entorno de nuestro destino y así familiarizarnos con lo que lo rodea. Parecía que no había margen de mejora en un producto que ya era excelente, pero Google ha demostrado que no era así: el nuevo Google Maps es muy superior a la versión anterior y potencia más si cabe el elemento 'social'. Ahora, al hacer una búsqueda de un local determinado, Maps nos sugerirá otros semejantes a su alrededor que además incorporarán las críticas de los usuarios, y como es sabido, Street View si existe en esa zona. Pero lo mejor del asunto es que el sistema va aprendiendo de nuestras preferencias con lo que cada vez que lo usemos, se adaptará más a ella y ajustará mejor sus resultados. [Fuente: Google]
Todo el mundo habla de ellas. Google ha comenzado a repartir entre bloggers y usuarios de referencia las primeras unidades de sus famosas gafas Google Glass y la red se ha visto inundada por las primeras impresiones, análisis y vídeos. Este revolucionario producto ofrece al usuario una pantalla colocada a modo de gafas de forma que éste puede interactuar con todo un mundo de posibilidades sin necesidad de utilizar prácticamente las manos (el grueso de las funciones se maneja con la voz). Pues bien, como no podía ser de otra manera, el producto estrella de los de Mountain View emplea también la geolocalización para funciones tan diversas como georrerefenciar fotos, o aprovecharse de la ubicación en redes sociales y demás aplicaciones. En este sentido, hay que destacar que las gafas en sí no cuentan con un GPS integrado, sino que aprovechan el del móvil, con el que se conectan de forma inalámbrica. Estamos ante los primeros pasos de una nueva tecnología que sin duda va a dar mucho de que hablar. [Más información: TechCrunch]