Llevamos el móvil a todas horas con nosotros, y los smartphone modernos cuentan por lo general con un sistema GPS en sus entrañas, aunque también hay dispositivos dedicados que vienen francamente bien para monitorizar nuestros paseos o carreras. Sin embargo, llevar estos últimos encima cuando se va a perpetrar un delito no parece una buena idea, y algo así estará pensando Jamie Johnson, un hombre de 37 años que fue pillado in fraganti robando en una casa. El asunto hubiera terminado ahí con los cargos correspondientes a ese robo, pero la policía encontró este dispositivo en los pantalones del hombre y decidieron tirar del hilo hasta encontrar una sospechosa correlación entre las visitas del detenido y robos ocurridos en la localidad en los últimos días.
Para acabar de empeorar las cosas para este amigo de lo ajeno, en su domicilio se encontró abundante material robado en diferentes lugares.
[Fuente: Fox Boston]
La que se ha liado en Queensland, Australia, al conocerse que la policía del estado ha estado registrando de forma automática y sin que lo conociera la población las matrículas y su geoposición, o dicho de otra manera, que las autoridades sabían en todo momento la posición del vehículo, y en consecuencia, de su propietario. Lo peor del asunto es que esta información quedaba registrada durante un año esta información, y todo en aras de la seguridad, según las explicaciones dadas por las autoridades.
El funcionamiento es bien sencillo: cada vez que un coche pasa por delante del vehículo policial, éste registra de forma automática la matrícula junto con la posición exacta. Esta información es posteriormente a una base de datos central donde queda almacenada a disposición de las autoridades. La polémica ha llegado a lo más alto y hasta el propio ministro responsable del ramo ha salido al paso afirmando que este seguimiento hará sentirse "más seguros" a los conductores.
[Fuente: News.com.au]
El título en sí ya despierta lógicas suspicacias: ¿seguir a nuestra pareja? Pues sí, parece que es bastante más habitual de lo que pensamos y un creciente número de usuarios emplea el móvil, con conocimiento o sin él de la pareja, para este motivo. ABCNews recoge una serie de herramientas de uso muy extendido que nos permiten saber en todo momento la ubicación de nuestra media naranja y añadimos alguna más de las existentes en el mercado. Todas ellas emplean el GPS del smartphone para ubicar en tiempo real su posición en un mapa que compartimos de forma voluntaria con los usuarios que deseamos.
Más allá de las suspicacias que puedan despertar el uso de estas herramientas y que antes hemos mencionado de pasada, lo cierto es que pueden ser realmente útiles para que los padres sepan dónde se encuentran sus hijos en todo momento. En este tipo de herramientas encontramos dos grandes grupos: aquellas que se dedican en exclusiva a ubicar al usuario en un mapa, y las que lo hacen de manera accesoria, pero permiten a los allegados conocer su posición.
Entre las primeras, las principales son Latitude (que acaba de ser retirada e integrada en Google Maps) y Amigos de Apple, ambas requieren el visto bueno por parte del usuario que controlará en todo momento quién conoce su posición. Algo diferente sucede con el segundo grupo, entre las que encontramos Foursquare, Instagram, Facebook o Twitter, herramientas sociales que nos sitúan (siempre bajo el control del usuario) en un punto, pero que permiten al resto saber dónde estamos.
[Fuente: ABCNews]