En este sentido, y en un afán por acortar los plazos de entrega, el coloso norteamericano ha solicitado una patente que nos ha dejado boquiabiertos: básicamente consiste en enviar un producto que... todavía no has comprado. ¿Cómo es esto posible? La firma registra cada clic que el usuario hace con el ratón en sus dominios, y conoce al dedillo su historial de compras. Combinando ambos elementos en la coctelera y añadiendo ingredientes demográficos y sociológicos (poder adquisitivo por código postal o edad), consigue adivinar con un ratio de error muy reducido cuáles serán sus futuras compras.
Y aquí llega la magia: Amazon pretende solventar los problemas de la última milla en una revolucionaria maniobra logística por la que enviará sus pedidos por adelantado a los puntos de reparto que la firma tiene en Estados Unidos. La idea es que cuando el cliente finalmente adquiera uno de los productos anticipados, éste sea enviado en el mismo día a su domicilio y así aumentar la posibilidad de una futura compra.
[Fuente: WSJ, Imagen: Engadget]